martes, 22 de mayo de 2012

Rumbo a Italia

"Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma irá a la montaña" 

Eso es lo que han debido pensar mis paisanos del chiringuito itañolo desde la otra orilla del Mediterraneo. Vereis, tengo varias cosas que gestionar de esta nuestra empresa bilingüe y normalmente son ellos los que vienen a Madrid a ponerse moraos de paella y jamoncito con la excusa del trabajo (en el caso de Suprema el jamoncito ni catarlo pero se recorre todas las tiendas).

La cosa es que en esta ocasión en vez de venir ellos voy yo, me imagino la decisión durante una reunión en la cumbre:
Italiano1 -"Tenemos que tratar tales temas con la sede española, hay que ir"

Italiano2 -"Mmmm... paella, dicoteques que cierran tarde y chatis españolas en falda por la calle...bellissimo!"

Italiano3 -"Qué pereza, con el calor que hace por estas fechas en Madrid, y encima seguro que  estarán revenidos porque otro año más no se habrán comido una mierda en Eurovisión"

Italiano1 -"Tienes razón 3, mejor nos traemos a la Bionda y lo vemos aquí"

Así que allá voy con mis mejores galas y mi portátil rumbo a Italia a currar doce horas al día.
Los muy caproni me han puesto el avión súper pronto para que me cunda más el tiempo y para que no arrase con las pijadas del Dutty Free.
Tengo mucho trabajo que hacer y muchas ganas de ver como gestionan el chiringuito por aquellos lares, aunque también estoy un poco nerviosa, menos mal que yo "como de todo" y creo a pie juntillas en eso de "lo que no mata engorda"  como prefiero que me mate, sé que en el tema culinario no tendré problemas (vamos, que me pienso poner de pizza hasta las trancas).

En confianza os cuento que me da un poco de miedo no estar a la altura (psssss!! esto queda entre nosotros eh?) o quizá no integrarme con las paisanas, porque hablamos todos los días, nos reímos y tratamos muchas cosas, pero no es lo mismo el trato laboral on-line que cara a cara, ¿y si no me ajuntan? ¿y si se ríen de mi acento? No suelo tener problemas para integrarme, pero nunca se sabe, me siento como el primer día de colegio...

Bueno, la ciudad ya la conozco así que lo peor que puede pasar es que me toque turistear sola por las tardes, o quizá no, lo mismo me hago súper colega de todos el primer día y acabo yendo a trabajar con resaca, sería un puntazo!

A la vuelta os contaré.

Como sabreis este fin de semana ha habido un terremoto en la zona, por si se repite me llevo un casco...

jueves, 10 de mayo de 2012

Dependienta bicho-palo ataca de nuevo


Resulta que hace poco ha sido también el cumpleaños de Tati, mi compañera de trabajo, y alguien le regaló una carterita de Loewe (¡imaginaros mi cara cuando me la enseño! ojos como platos, babilla cadente y susurrando "mi tesssorooo.."
Tati es ingeniera-cultureta con aire hip-hopero, hizo el Master del Universo y acabo aquí en España ganando un pastizal que se gasta en escalar montañas y clases de baile que es lo que le gusta.
El tema ropa/complementos...pues lo que pille, es lo que tiene ser una superdotada, puedes ponerte lo que te de la gana que al abrir la boca todo el mundo se olvida de lo que llevas puesto. Y tímida hasta el extremo.

El caso es que la cartera aunque divina, no va con su estilo en absoluto y me preguntó:
-¿Tú te atreves a entrar en Loewe?
-Claro que sí, pero tendrás que entrarme con correa o acabaré pegada a algún un bolso...


Aprovechando el desayuno la hip-hopera y yo pusimos rumbo a Loewe y al llegar nos encontramos con una dependieta bicho-palo, trajeada y con cara de muy mala leche (que mala caraesto con un "Phoskitos" se te pasa -pensé).
Entramos, le explicamos el caso y nos pusimos a mirar lo que había por las vitrinas mientas la muy gilipollas no hacía más que seguirnos y a cada cosa que mirábamos repetía:
"Eso se le sale del presupuesto", "ah, no señoras no, esto también es más caro" (¿perdón? ¿señoras? ¿dónde?) y no es lo que decía sino como lo decía, con ese tonillo de superioridad que no me explico, os juro que no entiendo como algunas dependientas (no todas por supuesto) son así, parece ser que trabajar de dependienta en una tienda de marca es lo más y yo aún no me he enterado.

Llegó un momento en el que no pude más y le dije:

-Ya está bien chati (literal) tú no sabes qué presupuesto tiene esta "señora" que por cierto gana en un mes lo que tú en un año.
-Usted no sabe lo que yo gano...
- Bueno, pues ya te digo yo que es así, y que puede permitirse una cartera y todos los bolsos que hay en la tienda, pero a ella los que le gustan son los de Primark.


Epílogo:
Yo me quedé tan agusto y Tati se llevó la misma cartera pero en piel vuelta que va más con su estilo.
A estas horas bicho-palo probablemente haya muerto de inanición, le tenía que haber metido el Phoskitos aprovechando que se quedó con la boca abierta.

Feliz jueves.

jueves, 3 de mayo de 2012

Es una fiesssta...

Mañana cumplo treinta añazos.

A pocas horas de soplar velas me doy cuenta de que es increible como pasa el tiempo y como la vida es siempre distinta a como uno se la había imaginado (para mejor y para peor).
Recuerdo cuando era muy pequeñita y pensaba que la gente de treinta eran adultos, sabios, casados, con varios hijos y que hacían planes de padres como pasar los domingos en el parque o en casa de los abuelos.
Luego, con quince pensaba que la gente de treinta era vieja, que no sabían nada de nada, no como yo, que a mis quince años lo sabía todo de la vida, era muy madura y quería comerme el mundo (ah, alma candida, que ternuna me doy...)
Pues bien, mañana tendré treinta años. Ni estoy casada, ni tengo hijos ni voy a comer los domingos en casa de los abuelos y me siento absolutamente jóven. Estoy deacuerdo en que no sé nada de nada y sigo queriendo comerme el mundo (algún bocadito le voy dando) y afronto mi nueva década con mucha ilusión y con mucho miedo.
En pocas semanas mi vida ha dado un giro inesperado que empezó con la marcha de mi querido capo (del que cada día, por suerte o por desgracia necesito menos) y quizá siga con más cambios aún por determinar, en cualquier caso y para celebrarlo mañana daré uma fiesssssstaaaa (-uy perdón, me quito el aparato...) una fiesta.

Por circunstancias de estos días dudaba si me apetecía un fiestón o algo más intimo con mis mosqueteras y punto, la verdad es que no tengo los ánimos muy boyantes, pero luego he pensado que sólo voy a cumplir treinta años una vez en la vida, así que a la mierda!  Mega-Party con mis mosqueteras, mis chonis, mis colegas, los novios, mi primo, sus amigos, la María, el Satur y hasta el chino que vende rosas, y como dicen los valencianos, todo por el aire!

La Reina Mora me ha prometido mojitos y altas dosis de reggeton (¿se escribe así?) para amenizar la velada y mi primo Marco que es un hooligan amenaza con traerse la petaca para que nos salga más barato el melocotón nocturno, un planazo no?

No se que tal saldrá la fiesta y de qué ánimos me levantaré mañana, pero ahora mismo estoy con muchas ganas, como dice Dorothy: A los 30 las mujeres están como la paella: en su punto.

*Por cierto! mientras escribia esto mi hermanissimo acaba de llamarme para confirmar que estará conmigo mañana, se iba de viaje pero lo ha aplazado, a la fiesta no vendrá porque no es bailongo pero una peli de zombis a la hora de comer no nos la quita nadie (zombi perdida me voy a quedar yo si consigo apagar treinta velas de golpe...)